lunes, 15 de diciembre de 2014

LECTIO DIVINA- MARTES 3ª SEMANA DE ADVIENTO.B


Sof 3, 1-2.9-13
Mt 21, 28-32

DICIEMBRE 16

En aquel tiempo Jesús les preguntó: “¿Qué os parece esto? Un hombre que tenía dos hijos le dijo a uno de ellos: ‘Hijo, ve hoy a trabajar a la viña’. El hijo le contestó: ‘¡No quiero ir!’, pero después cambió de parecer y fue. Luego el padre se dirigió al otro y le dijo lo mismo. Este contestó: ‘Sí, señor, yo iré’, pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo lo que el padre quería? ‘El primero’, contestaron ellos. Entonces Jesús les dijo: ‘Os aseguro que los que cobran los impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que vosotros en el reino de Dios. Porque Juan el Bautista vino a mostraron el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los cobradores de impuestos y las prostitutas, sí le creyeron. Vosotros, aun después de ver todo eso, no cambiasteis de actitud ni le creísteis”.

Preparación: Una vez más aparece en el curso del Adviento  la figura de Juan el Bautista. Jesús lo recuerda para contraponer dos actitudes que pueden adoptar los que escuchan el mensaje de los profetas. Algunos lo escuchan, pero no lo aceptan de verdad, así que no permiten que cambie su vida. Otros lo escuchan, creen y se convierten de corazón.  Así ocurrió con los oyentes de Juan. Y también con los oyentes de Jesús. Los de antes y los de ahora. 

Lectura: • En la primera lectura de hoy el profeta Sofonías  menciona a los orgullosos, a los injustos y a los mentirosos, Todos ellos serán alejados del pueblo de Dios. En cambio, el Señor acogerá al Resto de Israel, es decir, al pueblo humilde y pobre. • El evangelio incluye una pequeña parábola que Jesús expone a los sacerdotes y a los ancianos del pueblo, mencionados previamente. Jesús contrapone las actitudes de dos hijos ante una orden recibida del padre, que los envía a trabajar a la viña. Sus actos contradicen su respuesta inicial. Pero ambos hijos son calificados no por las palabras con que responden a su padre, sino por la acción con que demuestran haber aceptado o rechazado su deseo. Evidentemente  Jesús conoce bien las buenas palabras de los sacerdotes y de otros devotos de la Ley. Pero las buenas obras se encuentran en los que habitualmente son considerados como pecadores.

Meditación.  Jesús contrapone las acciones a las palabras. No basta con responder con los labios a la invitación de Dios: es necesario llevar a cabo esa invitación. También en nuestro mundo y en nuestra Iglesia se repiten estos paradigmas. • El Papa Francisco ha dicho (12.6.2013) que el amor “no es estéril sentimentalismo o algo vago, sino que es reconocer a Dios como único Señor de la vida y, al mismo tiempo, acoger al otro como verdadero hermano, superando divisiones, rivalidades, imcomprensiones, egoísmos; las dos cosas van juntas”.

Oración: Señor, ayúdame a escuchar con atención tu palabra, a aceptar con gratitud y alegría la misión que me confías, y a poner en práctica lo que me pides en favor de mis hermanos, de la Iglesia y de la humanidad entera.   Amén.

Contemplación: Podemos imaginar que estamos entre los oyentes de Juan el Bautista. Contemplamos su figura y, sobre todo, escuchamos las ardientes y sencillas palabras con las que nos invita a cambiar de vida. • Seguramente los que son tenidos por piadosos, ignorarán su exhortación. Pero los cobradores de tributos, las prostitutas y otros pecadores públicos escuchan y se acerca a ser bautizados por Juan. • Nosotros examinamos el fondo de nuestra conciencia y nos preguntamos cómo debemos responder a las palabras del Bautista.     

Acción: En la catequesis mencionada, el Papa Francisco preguntaba a los que estaban presentes aquel día en la Plaza de San Pedro si estaban enojados con alguna persona y les proponía una tarea concreta: “Rezar por aquellos con quienes estamos enfadados es un buen paso en esta ley del amor. ¿Lo hacemos? ¡Hagámoslo hoy!”

                                                                                  José-Román Flecha Andrés