LA FUERZA DE LO ALTO
“Quedaos en la
ciudad,
hasta que os
revistáis de la fuerza que viene de lo alto”
(Lc 24,49)
1.
Estas
son las últimas palabras de Jesús antes de su ascensión a los cielos. ¿Por qué pedía
a sus discípulos que permanecieran en Jerusalén?
2.
¿Era
prudente permanecer en aquella ciudad en la que su Maestro había sido
denunciado y condenado a muerte?
3.
¿Estaban
ya preparados los discípulos para ser testigos en Jerusalén de la vida y del
mensaje de Jesús?
4.
¿De
qué hechos o mensajes de su Maestro habían de ser testigos ahora que él había
sido glorificado?
5.
¿Por
qué habían de esperar los discípulos una fuerza de lo alto y para qué había de
venir sobre ellos?
6.
¿Ahora
bien, qué fuerza había de venir de lo alto para dar a los discípulos la
capacidad de alejarse de Jerusalén?
7.
¿Y
yo espero y ruego la venida de esa fuerza para decidirme a dar testimonio de la
vida y de la obra de Jesucristo?