CARIDAD Y SOLIDARIDAD
Ateniéndonos a Pablo y al mismo Cristo, hay
que considerar la caridad como el primero y mayor de los mandamientos, como la
suma de la ley y los profetas. Considero que la parte principal de la caridad
es el amor a los pobres y la misericordia y compasión para con nuestros
semejantes. No hay culto mejor que pueda tributarse a Dios que el de la
misericordia (...) Él que mide justamente y pone la misericordia en la balanza
y en la medida premia nuestra benignidad con su benignidad.
San Gregorio Nacianceno. Discurso
14 sobre el amor a los pobres.
1ª Estación: Jesús es condenado a morir
«Cristo
sigue en agonía hasta el final de los tiempos». Y sigue siendo condenado
todavía hoy en muchas partes del mundo. Por el color de la piel o por la
diferencia de ingresos económicos. Jesús es condenado hoy porque piensa de otra
forma o porque resulta incómodo para los dueños de este mundo.
– Jesús
Maestro, enséñanos a acoger al otro, con el que Tú has querido identificarte
– Jesús
Hermano, no permitas que las personas, las instituciones o la prensa, condenen
jamás al inocente.
– Jesús
Señor, perdona la superficialidad y la dureza con la que juzgamos a las
personas.
2ª Estación: Jesús
carga con la cruz
Jesús
carga todavía hoy con la cruz de la discriminación. En los emigrantes que son
despreciados; en los niños que no encuentran plaza en una escuela; en el hombre
honrado que por serlo es ridiculizado. Muchos de nosotros tenemos siempre
preparada una cruz para cargarla sobre los hombros de un incauto.
– Jesús
Maestro, enséñanos a respetar a los más débiles y a hacer que se respeten en
nuestro ambiente.
– Jesús
Hermano, no nos permitas sembrar aún más dolor a nuestro alrededor.
– Jesús
Señor, vuelve compasivo tu mirada a los que ya no pueden con su cruz.
3ª Estación: Jesús
cae por primera vez
Jesús
cae por tierra en el niño que recibe el primer escándalo de aquellos que
debieran enseñarle los caminos del bien y la verdad. El niño vive un tiempo
maravilloso marcado por la curiosidad y la sorpresa. Pero con frecuencia es la
maldad lo primero que recibe como lección. Como si el mundo estuviera ya
fracasado y no supiera ofrecerle nada mejor.
– Jesús
Maestro, enseña a nuestros niños tus caminos de verdad, de justicia y de amor.
– Jesús
Hermano, no permitas que escandalicemos a un niño con nuestras palabras o
acciones.
– Jesús
Señor, atrae hacia ti las miradas nuevas e inocentes de los niños.
4ª Estación: Jesús
encuentra a su madre
Nuestro
mundo adolescente se ha creído demasiado adulto para recibir caricias. Se
avergüenza de los sentimientos y sólo sabe comerciar con ellos. Nuestro mundo,
sin embargo, está necesitado de un poco de ternura. Jesús contó con la dulzura
y la cercanía de su Madre. Nuestro mundo siente la urgente necesidad de
encontrar una dulce mirada de compasión en su camino de dolor.
– Jesús
Maestro, enseña a las mujeres de hoy a contribuir a la civilización del amor y
del consuelo.
– Jesús
Hermano, que nuestras leyes, instituciones y voluntariado ayuden a humanizar el
mundo.
– Jesús
Señor, danos un corazón manso y humilde, semejante al tuyo.
5ª Estación: Jesús
recibe la ayuda de Simón Cireneo
En
las calles de la vida hay algunas personas que jamás son ayudados por nadie.
Son como esos peces que se escapan por alguna rotura en las mallas de la red
social. Hay personas que van presumiendo de no necesitar ayuda de nadie. Y las
hay que sólo encuentran una ayuda obligada, pagada, «de oficio». Y, sin
embargo, en muchos hombres y mujeres Jesús sigue necesitando ayudadores
generosos y espontáneos.
– Jesús
Maestro, enséñanos la sencillez de pedir ayuda a nuestros vecinos.
– Jesús
Hermano, empújanos a prestar nuestro apoyo personal e institucional.
– Jesús
Señor, a tus manos encomendamos a los que nunca podrán ser ayudados por nadie.
6ª Estación: Jesús
deja su imagen en un lienzo
A
los que no saben mirar les extraña esta leyenda de la Verónica. Bastaría abrir
los ojos de la fe para ir descubriendo como ella el rostro de Cristo. Ahora no
se nos muestra en un lienzo, sino en el rostro de los niños que son utilizados,
explotados y maltratados, en el rostro de los enfermos que se sienten solos, en
el de los ancianos abandonados y olvidados por sus hijos.
– Jesús
Maestro, enséñanos a descubrir tu rostro en las personas que sufren.
– Jesús
Hermano, llámanos a enjugar con afecto y con eficacia las lágrimas de los que
sufren.
– Jesús
Señor, reaviva tu imagen bendita en cada uno de nosotros.
7ª Estación: Jesús
cae por segunda vez en el camino
Jesús cae por tierra en el joven al que
brutalmente se le recortan sus ideales. El joven vive de la esperanza. Y de la
ilusión, tal vez. Pero son muchos los que se empeñan en venderle falsas
esperanzas o en hacer negocios a costa de sus ilusiones. Mil drogas diferentes
lo embotan y ocultan el sentido de la vida. Le robamos su oro para ofrecerle
abalorios.
– Jesús
Maestro, muestra a los jóvenes los caminos que llevan a la vida, a la
generosidad y a la alegría.
– Jesús
Hermano, defiende a nuestros jóvenes del engaño de la propaganda y de la
manipulación.
– Jesús
Señor, mantén siempre en nosotros la esperanza y decisión del espíritu juvenil.
8ª Estación:
Jesús consuela a unas mujeres
En medio de la turbación de la sociedad hay
muchas personas que nunca han olvidado lo que significa sentir y compadecer. A
pesar de su dolor, el Jesús que vive hoy en los que sufren seguirá descubriendo
la llama de la compasión en los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Es
necesario alimentar la llama de la solidaridad, por pequeña y titubeante que
parezca.
– Jesús
Maestro, ayúdanos a descubrir a nuestro alrededor corazones sinceros y
solidarios.
– Jesús
Hermano, «que nadie de nosotros busque tanto ser consolado como consolar».
– Jesús
Señor, envía tu Espíritu Consolador tu Iglesia y sobre todos nosotros.
9ª Estación: Jesús
cae por tercera vez
Jesús cae por tierra también en la persona
adulta que es víctima de la mentira y del chantaje. Jesús cae en todos aquellos
que, con sola su limpieza, se enfrentan a las maquinaciones de los intereses
ajenos. Jesús cae en aquellos que se esfuerzan en mantener sus ideales, a pesar
de la propaganda o de las presiones de los fuertes.
– Jesús
Maestro, enseña a nuestros hombres y mujeres el alcance de la virtud de la
fortaleza.
– Jesús
Hermano, ayúdanos a descubrir las medias verdades con trata de seducirnos la
publicidad.
– Jesús
Señor, conságranos otra vez para la verdad, como pediste un día al Padre de los
cielos.
10ª Estación: Jesús
es despojado una vez más
Entonces como ahora, Jesús es despojado de
su casa y de su ciudadanía, de sus vestidos y de su intimidad personal. Jesús
es despojado en el anciano al que roban su pensión y en el pisoteado que no
encuentra abogados; en el emigrante al que se explota por no estar legalizado,
en los niños que trabajan para las multinacionales o en los indios desplazados
de la Amazonia. La globalización económica ha de ir unida a la globalización de
la solidaridad
– Jesús
Maestro, enséñame a amar y promover la justicia social en nuestro mundo
– Jesús
Hermano, que nuestros valores humanos y nuestra fe cristiana no nos permitan
despojarte de nuevo.
– Jesús
Señor, escucha Tú el hondo clamor de todos los despojados de la tierra.
11ª Estación: Jesús
es clavado en la cruz
Aquellos
martillazos resuenan todavía. Jesús es clavado cuando un enfermo no es atendido
por ser pobre o no conocer a nadie en el hospital. Jesús será clavado a un
madero en el hombre que será rechazado por no traer una recomendación. Jesús es
clavado por nuestras infinitas miradas de desprecio. Como en el Calvario un
día.
– Jesús
Maestro, enséñanos a descubrir y defender la dignidad de todo ser humano.
– Jesús
Hermano, ayúdanos a respetar a toda persona, sin discriminación.
– Jesús
Señor, «por nuestras culpas víctima, atrae hacia ti nuestras miradas.
12ª Estación: Jesús
muere en la cruz
Aquellas tres horas de agonía van a durar
por los siglos de los siglos. Porque Jesucristo sigue muriendo. El Justo es
injustamente ajusticiado. En un aborto provocado. En un accidente desencadenado
por un irresponsable. En una cámara de ejecución. En un cuartucho al que no
acuden ni parientes ni vecinos. En un hospital donde se decide que un paciente
ya no tiene suficiente calidad de vida y se le debe dar una muerte compasiva.
Jesús sigue muriendo hoy.
– Jesús
Maestro, enséñanos a anunciar, celebrar y servir el «evangelio de la vida».
– Jesús
Hermano, ayúdanos a dignificar la vida y humanizar la muerte.
– Jesús
Señor, «en la hora de nuestra muerte, llámanos y mándanos ir a ti».
13ª Estación: Jesús
es recogido por su madre
¿Nos atreveremos a pensarlo y a decirlo
claramente? Jesús fue recogido por su Madre, que lo quería vivo. Pero muchos
hombres de hoy nunca serán recogidos por su madre, que los ha querido muertos.
Sin duda, el problema es grave y quienes así actúan tienen sus razones. Nunca
faltaron razones para no estar al pie de la cruz. María estuvo allí. La Iglesia
y los cristianos tendremos que ayudar a prevenir la muerte de los inocentes y
ofrecer cercanía y acogida a quienes han pasado por ese drama.
– Jesús
Maestro, enséñanos a proteger la vida, especialmente la más desvalida y
amenazada.
– Jesús
Hermano, ayúdanos a crear leyes e instituciones de acogida a las madres
acorraladas.
– Jesús
Señor, perdona nuestros pecados contra la vida y nuestra doble moral ante los
mismos.
14ª Estación: Jesús
es colocado en un sepulcro
De vez en cuando en algún país del mundo se
descubre una fosa común. O se llega a saber que un grupo de desaparecidos
fueron arrojados al mar. Los tiranos de siempre tienen miedo a los hombres
decididos por un ideal. Pero tienen el mismo terror ante sus sepulcros. Jesús
hoy, es torturado y ejecutado de forma sumaria y ni siquiera recibe una
sepultura honorable.
– Jesús
Maestro, enséñanos a respetar la vida, la memoria y el nombre de las personas
que luchan por un ideal.
– Jesús
Hermano, ayúdanos a colaborar con las organizaciones que defienden los derechos
humanos.
– Jesús
Señor, esperamos que Tú seas nuestro descanso final y definitivo en la hora de
la tarde.