sábado, 13 de diciembre de 2014

LECTIO DIVINA-DOMINGO 3ª SEMANA DE ADVIENTO.B


Is 61,1-2a.10-11
1Ts 5,16-24
Jn 1, 6-8.19-28

DICIEMBRE 14

Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyesen por medio de él. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz. Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a Juan, a preguntarle quién era. Y él confesó claramente: “Yo no soy el Mesías”. Le volvieron a preguntar; “¿Quién eres, pues?” ¿El profeta Elías? “ Juan dijo: “No lo soy”. Ellos insistieron: “Entonces, ¿eres el profeta que había de venir? Contestó: “No”. Le dijeron: “¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué puedes decirnos acerca de ti mismo?” Juan les contestó: “Yo soy, como dijo el profeta Isaías, ‘Una voz que grita en el desierto: ¡Abrid un camino recto para el Señor!” Los que había sido enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron: “Pues si no eres el Mesías ni Elías ni el profeta, ¿Por qué bautizas?” Juan les contestó: “Yo bautizo con agua, pero entre vosotros hay uno que no conocéis: ese es el que viene después de mí. Yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias”. Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al oriente del río Jordán, donde Juan estaba bautizando”.

Preparación: El día 15 de diciembre de 2013 decía el Papa Francisco: “Hoy es el tercer domingo de Adviento, llamado también domingo de ‘Gaudete’, es decir, domingo de la alegría. En la liturgia resuena repetidas veces la invitación a gozar, a alegrarse. ¿Por qué? Porque el Señor está cerca. La Navidad está cercana”. Y añadía poco despues: “La Iglesia no es un refugio para gente triste, la Iglesia es la casa de la alegria. Y quienes están tristes encuentran en ella la alegría, encuentran en ella la verdadera alegría”. Ese es el espíritu de este domingo.
  
Lectura: • El texto del libro de Isaías que hoy se lee anuncia a un profeta que recibe el espíritu de Dios y lo difunde. Además, ofrece las razones que llevan al profeta a  gozarse en el Señor.    • En el evangelio se recuerda el interrogatorio al que es sometido Juan Bautista por los emisarios de los sacerdotes y de los levitas de Jerusalén. Juan responde con verdad y humildad. No es el profeta anunciado por el Deuteronomío. Y mucho menos es el Mesías. Pero anuncia la llegada y la presencia del Mesías en medio de los que lo ignoran..

Meditación: Nos impresiona saber que Juan Bautista se consideraba tan sólo como una voz que gritaba en el desierto para exhortar a sus oyentes a convertirse. ¡Y no era poco! Anunciaba a Jesucristo antes de su aparición en público. Aun antes de la llegada del Evangelio, Juan era un evangelizador. • Esa es la vocación de todo creyente en Jesucristo. Una vocación que produce un fruto misterioso, pero cierto. • A los jóvenes reunidos en Asís, el Papa Francisco les decía: “Llevar el Evangelio con el testimonio de nuestra vida transforma el mundo” (4.10.2013).

Oración: Señor Jesús, con el gozo de la esperanza nos preparamos con alegría para la celebración de tu Nacimiento. Que no te recibamos de manera indigna. Que te aceptemos siempre como el que eres. Que te acojamos comoa nuestro Salvador. Amén.

Contemplación: La sinceridad y la palabra de Juan Bautista nos interpelan profundamente a todos los cristianos. • Su sinceridad, porque no se arroga ni acepta honores que no le corresponden. • Y su palabra, porque exhorta a sus oyentes a descubrir al Señor, que está ya presente en medio de ellos. Como haciéndonos eco de su mensaje, también nosotros abrimos nuestros ojos para tratar de descubrir y contemplar al Señor, que está ya entre nosotros.

Acción: Hoy podemos preguntarnos cómo podemos descubrir al Señor, que está entre nosotros. Necesitamos que el Espíritu de Dios venga a purificar nuestra mirada. 
                                                                 José-Román Flecha Andrés